La osteoporosis es una enfermedad que afecta a los huesos, caracterizada por la disminución de la densidad del tejido óseo y por lo tanto provoca una especialidad fragilidad en los huesos, dando lugar a posibles fracturas.
Se trata de una patología asintomática que puede pasar desapercibida hasta manifestarse a raíz de una fractura, por ello la importancia de prevenirla manteniendo un consumo adecuado de calcio y realizando actividad física de manera periódica.
La Sociedad Española de Reumatología (SER) estima que aproximadamente 1 de cada 3 mujeres y 1 de cada 5 hombres mayores de 50 años sufrirán al menos una fractura osteoporótica en su vida restante.
La aparición de osteoporosis está dada por el envejecimiento como factor principal, pero también por cuestiones genéticas y hereditarias. Por otro lado, es más frecuente en mujeres, principalmente en la etapa post-menopausia.
Para diagnosticarla, se utiliza la densitometría ósea, que es la técnica con la que se mide la masa ósea y así puede confirmarse la sospecha clínica.
Si bien la osteoporosis predispone al esqueleto a tener mayor fragilidad y poder sufrir fracturas en cualquier parte del cuerpo, las más comunes son las de muñeca, antebrazo, vértebras dorsales y cadera.
En el caso de las fracturas de cadera, se considera que son debido a osteoporosis cuando ocurren por traumatismos llamados de “baja energía”, o caídas cuando la persona está de pie. Esto suele suceder justamente en ancianos y la fractura es lo que alerta de la existencia de la osteoporosis.
Si bien la ocurrencia de fracturas por osteoporosis está más relacionada con personas mayores a 65 años, es muy importante disminuir los factores de riesgo y llevar una vida sana para prevenir su aparición.