Amplio rango de tratamientos para lesiones de tobillo

Entre los servicios que ofrecemos dentro de nuestro Departamento de Traumatología del Deporte, uno de ellos es el diagnóstico y tratamiento de las lesiones que afectan a la articulación del tobillo.

Las lesiones de tobillo son muy comunes, especialmente en quienes practican deportes con intensidad, ya que las piernas soportan grandes cargas y movimientos de flexión y rotación, que muchas veces recaen sobre la articulación del tobillo. Entre las más habituales podemos contar la tendinosis de tobillo, los esguinces y las lesiones osteocondrales.tobillo-esguince

Se conoce como tendinosis a la inflamación de algún tendón del tobillo, que se hincha y engrosa. Esto normalmente ocurre cuando hay una exigencia excesiva sobe la articulación, en casos de pacientes o deportistas que realizan una actividad repetitiva que irrita al tendón.

Los esguinces consisten en distensiones de los ligamentos que forman parte de la articulación del tobillo. Existen distintos grados, desde una distensión leve hasta el desgarro de los ligamentos. En algunos casos, pueden derivar en lesiones ostecondrales, es decir, del cartílago de la articulación.

La osteocondritis de tobillo habitualmente afecta a un hueso llamado astrágalo. Suele ocurrir como consecuencia de traumatismos.

Para realizar un diagnóstico correcto habitualmente se realiza una resonancia magnética o tomografía. En ambos casos permite definir el grado y tamaño de la lesión y por lo tanto determinar el tratamiento más adecuado.

Las opciones de tratamiento más conservadoras suelen enfocarse en la recomendación de reposo y descarga de la articulación, junto a tratamiento de fisioterapia en algunos casos.

Otra opción para casos moderados, pero con el objetivo de evitar cirugía, es la infiltración de plasma rico en plaquetas (PRP) o ácido hialurónico en la articulación para regenerar el tejido y que sesa el mismo cuerpo el que repare la lesión osteoarticular.

Finalmente, ya en casos más severos, se recomienda la cirugía. Se utiliza la cirugía artroscópica mayoritariamente, por ser un abordaje mínimamente invasivo.

La técnica quirúrgica o tipo de intervención a realizar dependerá del grado y tamaño de la lesión.

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