Se conoce también como síndrome de dolor anterior de la rodilla (SDAR), y suele llamársele también rodilla de corredor o síndrome femoropatelar.

Es la principal causa de consulta médica de jóvenes deportistas o sedentarios al aparecer dolor en la rodilla, y que habitualmente se relaciona con una sobrecarga crónica a la articulación. Es también una de las afecciones más frecuentes en corredores, y algunos deportistas pueden sufrirlo de manera crónica, convirtiéndose en artrosis.

Ocurre cuando el cartílago de la rótula u otros componentes del aparato extensor de la rodilla se ven alterados, ya sea músculos o ligamentos, y esto provoca distintas afecciones que llevan al SDAR (Síndrome de dolor anterior de rodilla).

El dolor suele manifestarse alrededor o debajo de la rótula y aparece mayormente cuando se bajan escaleras o corre en pendientes (especialmente en bajadas).

Existen ciertos factores que predisponen a la aparición del síndrome rotuliano o patelar, y pueden ser: mala alineación de la articulación, malformación mala posición de la rótula, flexión repetida con carga, artritis inflamatoria, entre otros.

Para su diagnóstico, además de indagar el especialista en los síntomas que presenta el paciente, suele incluirse además una exploración exhaustiva de la zona, radiografías, ecografías, resonancia magnética, etc.

En la etapa más aguda del SDAR se recomienda reposo y mantener elevada la rodilla, además de complementar el tratamiento con la aplicación de hielo y la toma de antiinflamatorios.

Superada esa fase se recomienda rehabilitación, utilizándose en algunos casos la electroestimulación. Suele sugerirse además el uso de rodillera como complemento para mantener la articulación bien sujeta y estabilizada.

La cirugía suele recomendarse como última opción, cuando tras meses de tratamiento no se ha evidenciado una mejoría ni ha cedido el dolor.