Artritis idiopática juvenil: cómo detectarla

Entre las enfermedades reumáticas que se dan en edad pediátrica, la más común es la artritis idiopática juvenil (AIJ), que hace referencia a un grupo diverso de enfermedades inflamatorias de origen desconocido que comienzan durante la infancia y cuya manifestación más común es la artritis (hinchazón y sensibilidad de una o más articulaciones).

Qué es la artritis y cómo puede llegar a afectarte

Existen varios tipos diferentes de artritis que se diferencian en sus síntomas, en su respuesta a los tratamientos y en su pronóstico. En estos pacientes, se ve afectado sobre todo el tejido conjuntivo (articulaciones, músculos y tendones); así como la piel, ojos, vasos sanguíneos, etc. Por el momento, se desconoce el motivo que la provoca, la palabra idiopática significa exactamente eso, que su origen es desconocido.

Como en el caso de la artritis que afecta a los adultos, los síntomas de la artritis idiopática juvenil son dolor, inflamación, limitación de la movilidad articular. En este tipo de artritis, la articulación más frecuentemente afectada es la rodilla, seguida del tobillo, por lo que la cojera también es un síntoma frecuente de la AIJ. Aparte de estos síntomas, la artritis también puede causar otros problemas como la uveítis, una inflamación ocular que debe tratarse para evitar secuelas en la edad adulta.

El tipo de AIJ sistémico también puede producir una inflamación generalizada que se presenta con fiebre, lesiones cutáneas, adenopatías y aumento de órganos como el hígado y el bazo. Por otro lado, la inflamación crónica de una articulación como la rodilla favorece el crecimiento asimétrico de las piernas, produciendo dismetrías y problemas al caminar en la edad adulta.

Si la inflamación es generalizada, puede haber un retraso del crecimiento y una menor talla en edad adulta. Algunos niños pueden experimentar síntomas durante unos pocos meses, mientras que otros presentan síntomas durante muchos años.

Señales de alerta y tratamientos

Los primeros síntomas suelen ser el dolor y la inflamación de las articulaciones. Una señal temprana de artritis juvenil puede ser que el niño presente cojera. Por otra parte, la fiebre y las lesiones cutáneas asociadas son otro de los síntomas que pueden indicar la presencia de una enfermedad reumatológica.

La detección precoz de la artritis idiopática juvenil es fundamental para comenzar un tratamiento adecuado y mejorar el pronóstico de la enfermedad. En cuanto a los tratamientos, los de tipo farmacológico son múltiples, desde infiltraciones de corticoides en las articulaciones inflamadas a tratamientos que modulan el sistema inmunológico. Además, se recomiendan la fisioterapia, el ejercicio físico y mantener una alimentación sana, sin dietas concretas. Todo ello es muy importante para conseguir un control óptimo de la enfermedad.

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