La fascitis plantar es una fibrosis de la fascia plantar, que es un tejido que recubre la planta del pie, y que tiene que ser bien resistente, pero a la vez elástico, porque es lo que nos va a dar la propulsión cuando caminamos o corremos. Tiene que tener la capacidad de estirarse, pero también de resistencia.
Cuando la cadena posterior, una cadena muscular extensa que recorre la parte de atrás del cuerpo se acorta, la fascia plantar se retrae y se genera una fibrosis, se endurece y se vuelve menos elástica.
En estos casos el estiramiento es la clave para poder aliviar los síntomas de la fascitis plantar. Se debe estirar toda la cadena posterior, es decir, lo importante sería no solamente hacer ejercicios para estirar la fascia plantar, sino también, y sobre todo, isquiotibiales, gemelos, la espalda, la columna. Por ello se recomienda hacer stretching, yoga o RPG, que es una técnica kinésica de reeducación postural global.
En casa se pueden hacer algunos ejercicios simples para elongar usando una banda elástica o cualquier cosa que tengamos en casa, como una media o una toalla.
- Elongación de la cadena posterior: Acostados en una superficie no muy blanda (como el piso o un mat), tomar una banda elástica, media o toalla, pasarla por la parte anterior del pie (metatarso) y estirar la pierna, traccionando muy suavemente hacia abajo. Repetir con el otro pie.
- Flexibilización y fortalecimiento de pie y tobillo: Pararse frente a una pared, apoyar la planta del pie y ejercer fuerza, pero de manera suave.
Respecto al tratamiento, más allá de la elongación, también es importante lo que se denomina ondas de choque radiales, que son microimpactos ultrasónicos que se aplican en toda la fascia plantar, en el espolón calcáneo, en el tendón de Aquiles, y también en el gemelo.
Y para prevenir la patología hay que ocuparse de mantener la buena elasticidad, la plasticidad y la movilidad de todo el cuerpo junto con una buena salud articular, es decir, una buena movilidad de la pelvis y de las rodillas.