Te explicamos en 6 preguntas todo lo que tenes que saber acerca de esta afección.
1. ¿En qué consiste la fascitis plantar?
Es la inflamación de la fascia plantar, una banda de tejido elástico que cubre los músculos cortos de la bóveda del pie. Se extiende desde el talón hasta los metatarsos. Esta estructura tiene una función esencial, ya que ayuda a mantener el arco longitudinal plantar, protegiendo así las estructuras osteomusculares, nerviosas y vasculares. Además, se encarga de absorber la energía producida durante el impacto del pie contra el suelo al caminar.
2. ¿Cuál es la causa de la inflamación?
La fascitis plantar se produce por el estiramiento repetitivo de las bandas estrechas de la fascia plantar, una sobrecarga gradual y progresiva, que resulta en micro desgarros. Entre los factores de riesgo, se encuentran:
- Problemas en el arco del pie, tanto pie plano, como arco plantar alto.
- Exceso de peso.
- Correr largas distancias, especialmente en terrenos desfavorables con pendientes pronunciadas o superficies desiguales.
- Tendón de Aquiles tenso o debilidad del músculo soleo
- Empleo de un calzado inadecuado, con la suela demasiado blanda o una sujeción del arco plantar o del talón insuficiente.
- La edad, a medida que envejecemos la fascia plantar va perdiendo elasticidad.
3. ¿Qué síntomas nos hacen sospechar de una posible fascitis?
El síntoma principal es el dolor asociado a la fascitis plantar, que se siente en la parte inferior del talón, pudiendo también irradiar en toda la planta del pie.
4. ¿Quién puede padecer fascitis?
Es muy común en corredores de largas distancias y en saltadores por el impacto repetitivo que se genera sobre el talón. Pero es además bastante común en la población general y suele aparecer a partir de los 45 años.
5. ¿Cómo diagnosticamos la patología?
Es sencillo: el médico encontrará claramente hinchazón, enrojecimiento de la zona y sensibilidad a la presión en el talón, además de las indicaciones de dolor del paciente. Si el dolor es muy intenso, también pueden tomarse radiografías o ecografías para descartar otro tipo de lesión.
6. ¿Cómo podemos tratarla?
El tratamiento suele ser bastante efectivo, combinando el uso de medicación anti inflamatoria y estiramientos específicos de fisioterapia para reducir el dolor en la fase de inflamación aguda. Una vez superada la fase aguda, se debe realizar un estudio de la pisada para determinar si la inflamación de la fascia se debe a un trastorno en la planta del pie y en ese caso, se indicará una plantilla de silicona para el talón. En casos muy graves, y de forma excepcional, puede ser necesario recurrir a la cirugía o al tratamiento regenerativo con Plasma Rico en Plaquetas (PRP).