Para entender la función de la clavícula debemos saber que se trata del hueso que va horizontalmente desde el omóplato a la parte superior del esternón. Su objetivo es conectar el brazo con el resto del cuerpo. Podemos tocarla en la zona que va del cuello hasta el hombro, y en la mayoría de las personas, se puede ver cómo sobresale bajo la piel al mirarse en el espejo.
La fractura de clavícula es una de las más habituales. En la mayoría de los casos, sucede por una caída sobre la mano, el hombro o con el brazo extendido, provocando una presión excesiva sobre el hueso, lo que termina por romperlo. Al tratarse de una fractura causada por un golpe, es muy frecuente en deportes de contacto como el rugby, básquet o fútbol. Otros deportes donde también se suelen presentar, es en aquellos donde hay muchas posibilidades de caerse como el ciclismo, esquí o patinaje. Por último, también se puede romper por un golpe directo sobre el hueso, como puede suceder en un choque o en un accidente de tráfico.
Un gran número de fracturas de clavícula se cura por si solas, únicamente con la inmovilización del brazo de manera correcta y recibiendo posteriormente unas sesiones de fisioterapia. De todas maneras, en algún caso, la clavícula puede sufrir un desplazamiento o puede ser más grave, en cuyo caso será necesario hacer un tratamiento quirúrgico para poder corregir los daños.
La edad del paciente juega un papel muy importante en las fracturas de clavícula. En las personas más jóvenes, los huesos aún están en proceso de crecimiento, por lo que son más proclives a lesiones óseas. La clavícula no se suele endurecer totalmente hasta los veinte años. Eso hace que los más jóvenes tengan un mayor riesgo a estas fracturas.
Síntomas de la rotura de clavícula
Los principales síntomas de la fractura de clavícula son:
- Dolor en la zona dañada.
- Problemas y dolor al intentar mover el brazo.
- Hinchazón, hematoma y sensibilidad al tacto a lo largo de la clavícula.
- Sentir un crujido cuando se intenta levantar el brazo.
- Se puede producir un bulto bajo la piel, y en algunos casos se puede perforar y salir el hueso al exterior.
- Hundimiento del hombro afectado hacia abajo y adelante.
¿Qué hacer si uno se fractura la clavícula?
Si se cree que ha sufrido una posible fractura de la clavícula, lo primero que se debe hacer es ir al médico. Lo que hará el traumatólogo es preguntar cómo ocurrió la lesión y cuáles son los síntomas. A continuación, se explorará el hombro, tocando la clavícula para comprobar si es ésta sensible al tacto y la presión. Esto también sirve para detectar el lugar exacto en donde está la fractura y asegurarse que no hay ni vasos sanguíneos ni nervios dañados. Es posible que también se haga una evaluación de la sensibilidad y fuerza del brazo, mano y dedos.
De manera adicional, se pedirán pruebas médicas, como radiografías de hombro para asegurarse de la lesión, la localización y la gravedad. Además, la radiografía puede mostrar otros daños en otros huesos.
Una vez confirmado el diagnóstico de la fractura se definirá el tratamiento de acuerdo al tipo de fractura sufrido y su gravedad.
Tratamiento conservador
En la mayoría de estas fracturas será suficiente con tomar medidas conservadoras.
- Aplicar frío. Ayudará a controlar el dolor y la inflamación que se producen por la fractura de clavícula. Se recomienda aplicar bolsas de hielo en la zona dañada durante los primeros dos días. Es importante no aplicar el hielo directamente sobre la piel sino dentro de una bolsa o envuelto en una toalla.
- Sostener el brazo. Mantener el brazo inmovilizado mediante una férula o cabestrillo. Esto ayudará a controlar el dolor y mantener el hueso en su sitio durante la recuperación.
- Para aliviar el dolor, es posible que el traumatólogo recomiende tomar algún tipo de analgésico como ibuprofeno o paracetamol.
- Sesiones de fisioterapia. Lo normal es que después de tener el brazo inmovilizado es que se pierda fuerza, tono muscular e incluso movilidad. Cuando el hueso se empiece a soldar, se deben hacer ejercicios suaves (siempre bajo supervisión del médico o un fisioterapeuta) para reducir el agarrotamiento que se produce por la tenerlo inmovilizado. Cuando el hueso esté totalmente curado, se deberán hacer ejercicios de rehabilitación para recuperar toda la fuerza y movilidad del hombro dañado.
Tratamiento quirúrgico
Para aquellas fracturas donde los fragmentos del hueso están desplazados o el hueso se ha roto en múltiples fragmentos se necesitará recurrir a una intervención quirúrgica para asegurarse de que la recuperación sea exitosa y no se presenten complicaciones. Las fracturas expuestas, donde fragmentos del hueso atraviesan la piel, necesitan un tratamiento inmediato para reducir el peligro de infecciones.
El fin de la intervención es realinear los fragmentos óseos para mantenerlos en su sitio durante el proceso de recuperación. Para ello, se colocarán unos tornillos especiales dentro del hueso o unas placas metálicas en la superficie del mismo. Lo normal es que ni los tornillos ni las placas se tengan que extraer una vez se haya soldado el hueso a menos que se produzcan irritaciones.
Tras la cirugía, se recomienda seguir una rutina terapéutica que contribuye a recuperar el movimiento y fortalecer el hombro. Se debe comenzar por ejercicios de movimientos suaves e ir añadiendo ejercicios de fortalecimiento mientras se completa el proceso de recuperación. El tiempo de recuperación va a depender del tipo de fractura que se tenga, aunque lo normal es un plazo de entre 6 a 8 semanas. Algunas fracturas pueden tardar más tiempo para poder recuperarse.
Es fundamental que consulte a su médico de inmediato si observa signos o síntomas de una fractura de clavícula, o si se presenta un dolor tan intenso que impide el uso normal. Un retraso en el diagnóstico y tratamiento puede provocar una mala recuperación.