Si bien es más común escuchar que los deportistas pueden sufrir lesiones de rodilla, tobillo o alguna extremidad practicando de manera intensiva una actividad, existen otras afecciones que son muy comunes en personas con alta exigencia física por la práctica de algún deporte.
Entre la más comunes, podemos mencionar la pubalgia, lesiones del labrum (anillo que proteje la cabeza del fémur), bursitis de cadera (inflamación de la “bolsa” de fluido que lubrica y proteje la articulación) o la artrosis en personas jóvenes.
Según de cuál se trate, varían los síntomas, los estudios que permitan arribar a un diagnóstico preciso y las recomendaciones de tratamiento.
PUBALGIA: consiste en el dolor del pubis. Es una lesión muy común en futbolistas que afecta la zona inguino-púbica y se manifiesta con un dolor agudo, que suele irradiarse con mayor o menor intensidad a los abductores, abdominales, y otros músculos de la zona.
Suele atribuirse su aparición al sobresfuerzo o sobrecarga muscular debido movimientos repetitivos asociados a la práctica diaria de un deporte con exigencia máxima de rendimiento.
Se recomienda como tratamiento inicial hacer reposo, aunque si el dolor no disminuye y la inflamación de los tendones no retrocede, se suele acudir al uso de antiinflamatorios. En los casos donde ya se convierte en algo crónico, se recomienda tratamiento quirúrgico para evitar la presión de los músculos inflamados sobre el pubis.
LESIONES DEL LABRUM: van desde pinzamientos hasta desgarros o roturas, afectando la estabilidad de la cadera ya que éste es un anillo fibrocartilaginoso que evita que la cabeza del fémur se salga de su lugar.
Estas lesiones pueden ocurrir por traumatismos a los que está expuesta la zona o como algo secundario a otras patologías que afectan la cadera.
El sìntoma más común es un marcado dolor inguinal que puede irradiarse.
En cuanto a tratamiento, depende de la fase en la cual se encuentr la lesión. La fase inicial suele tratarse con kinesiología y fisioteraìa, además del manejo del dolor con analgésicos y/o anti-inflamatorios. Para casos más avanzados o de mayor daño, se recomienda una cirugía que para la reparación del labrum, que se conoce como artroscopia de cadera.
BURSITIS DE CADERA: es la inflamación de las estructuras que cubren la parte más externa de la cadera, en la parte lateral del muslo. Puede surgir por golpes traumáticos en la cadera o por irritación crónica de la zona.
El dolor lateral del muslo es el principal síntoma para detectarla. El tratamiento inicial es con anti-inflamatorios. Cuando la molestia continúa, puede recomendarse la aplicación de PRP (plasma rico en plaquetas) o en casos muy puntuales, realizarse una intervención quirúrgica.
ARTROSIS DE CADERA EN JÓVENES: es la deformación por desgaste de alguno de los huesos de la articulación, que en jóvenes se manifiesta principalmente por traumatismos deportivos.
Los síntomas comienzan como dolor de ingle pero pueden derivar en progresiva pérdida de flexibilidad de la articulación de la cadera. Habitualmente estos casos demandan una intervención quirúrgica, siendo la implantación de una prótesis la más utilizada en los estadios más avanzados.
