La necrosis de cadera o necrosis avascular de cadera, afecta principalmente a la zona superior del fémur, siendo la cabeza y el cuello del mismo las zonas que se ven más afectadas. Suele ser una patología que surge entre los 40 y los 50 años de edad, y los primeros síntomas que se perciben son dolores intensos y súbitos en la zona afectada, entre otros síntomas asociados.
¿Cuáles son las causas?
Las causas más comunes que provocan el desarrollo de este grave problema son las luxaciones o fracturas de cadera. También puede ser provocada por otro tipo de trastornos como la gota, la diabetes, la nefropatía, la anemia drepanocítica, la enfermedad de Gaucher y alcoholismo, entre otras patologías. Por otro lado, también es frecuente la necrosis en aquellos casos en los que exista enfermedad de descompresión, patología que se produce cuando una persona se desplaza de un medio que tenga una presión alta a un medio que tenga presión baja, como sucede en el caso de los buceadores cuando éstos ascienden a la superficie.
Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico de la necrosis de cadera dependerá de múltiples factores como la edad el paciente, la gravedad del problema, las causas que han desencadenado dicha patología, entre otros. A la hora de tratar una necrosis de cadera hay que tener presente que se pueden encontrar dos grandes grupos de intervenciones:
Intervenciones en estadios iniciales: En este tipo de intervenciones quirúrgicas se puede incluir la cirugía con forraje o descompresión en aquella zona que está sufriendo por la falta de irrigación sanguínea en la región. Este tipo de intervenciones quirúrgicas solamente son aptas y brindan un elevado porcentaje de curación en aquellos pacientes cuyo grado de afectación no resulte muy elevado. Normalmente, este tipo de técnicas quirúrgicas resultan mínimamente invasivas, y en algunos casos incluso pueden llegar a ser percutáneas.
Intervenciones en estadios avanzados: La necrosis de cadera provoca en muchos casos que el hueso se dañe y desgaste rápidamente hasta tal punto que la única solución al respecto sea llevar a cabo un tratamiento quirúrgico consistente en la colocación de una prótesis total de cadera, ya que se trata de mejor fórmula para poder erradicar el problema desde la raíz. Aquellos pacientes que presentan artrosis o bien dolor persistente a pesar de haber recurrido a otro tipo de tratamientos, la colocación de una prótesis total de cadera se presenta como un tratamiento idóneo en la mayoría de los casos.
Resulta importante someterse a tratamiento de inmediato ante una necrosis de cadera, ya que en aquellos casos en los que no se ponga solución, esta patología irá deteriorando el hueso y el cartílago, volviendo el hueso frágil y provocando gran dolor en la zona afectada.