¿En qué consiste un esguince?
Es una lesión que se produce cuando los tejidos conectivos estabilizadores del tobillo (ligamentos) se estiran en exceso debido a una torsión más allá de los límites de la articulación. Esto puede provocar desde una distensión -el esguince más leve-, hasta una rotura completa de estos tejidos.
¿Qué síntomas produce?
En general producen dolor -en el momento de la torcedura y después-, sensación de calor, hinchazón, hematomas (a partir del día siguiente), rigidez articular y dificultades para mover la articulación afectada. Los síntomas serán más intensos cuanto más grave sea la lesión.
¿Aplico frío o calor?
Antes de acudir al médico si fuese necesario, es aconsejable aplicar hielo, y cuanto antes mejor, para reducir la inflamación como los hematomas. Además, es aconsejable elevar el tobillo siempre que sea posible.
¿Es necesario inmovilizar el tobillo?
No, ni es necesario ni conveniente en los esguinces leves. En el caso de una rotura completa es probable que el médico decida inmovilizarlo para prevenir mayores daños y acelerar la cicatrización del ligamento.
¿En cuánto tiempo se curan?
Dependerá del grado de la lesión. Si seguimos las recomendaciones, un esguince leve no debería tardar más de 10 días en curarse, y uno de grado 3 (rotura del ligamento), no más de dos meses, a menos que requiera cirugía.
¿Por qué se producen recaídas y cómo evitarlas?
El principal motivo es porque no hemos realizado la recuperación de manera correcta. Para que esto no ocurra y no estemos ante lo que llamamos ‘un esguince mal curado’, lo más conveniente es que acudamos a un profesional fisioterapeuta si las molestias se alargan más de lo conveniente para rehabilitar la articulación.
¿Hay gente más propensa?
Sí, ya sea por su complexión física o por los deportes que realiza. También hay una mayor probabilidad de padecerlos según avanzamos en edad.