Aunque su nombre suene poco ligado a la anatomía, se conoce al “manguito rotador” como el grupo de músculos y tendones que van adheridos a los huesos que forman la articulación del hombro, otorgándoles movilidad y estabilidad. Esta estructura le permite ala articulación realizar movimientos circulares, para actividades que los demandan, tales como: nadar, alzar, vestirse o levantar objetos.
Es muy frecuente que cuando se sienta dolor en el hombro o se produzca inflamación en la articulación, pueda deberse a una lesión en alguno de los tendones o músculos que forman parte del manguito rotador.

Los problemas que ocurren más comúnmente son la tendinitis, bursitis o el desgarro de alguno de los tendones que lo conforman. La tendinitis consiste en la irritación de estos tendones lo que provoca la inflamación de la “bursa” (bursitis), que es una capa que los recubre.

El desgarro de alguno de los tendones que forman el manguito rotador es por otro lado una de las lesiones más frecuentes, al desprenderse alguno de estos tendones del hueso al que estaba adherido debido a un daño o sobrecarga.

Esto ocurre como consecuencia de que los músculos y tendones que forman el manguito rotador son tan usados y de tanta importancia, que son susceptibles a desgarros y roturas por traumatismos agudos o crónicos, como es el caso del abuso excesivo. Esto lo convierte en una lesión común en deportistas.

Las lesiones de manguito rotador demandan en su primera etapa un tratamiento conservador que suele involucrar fisioterapia y medicación (anti-inflamatorios). Si se trata de una ruptura, inevitablemente la solución es realizar una cirugía.

El método quirúrgico más utilizado para este tipo de lesiones es la artroscopia, ya que ofrece un abordaje mínimamente invasivo, reparando el músculo o tendón dañado mediante la aplicación de suturas y tornillos o grampas.

Si existen molestias en el hombro al elevar el brazo para ciertas actividades o en momentos de exigencia o sobrecarga, es importante consultar a un especialista para evitar que una lesión menor se convierta con el correr del tiempo en una de mayor gravedad.