Es muy común que ante una molestia o dolor muscular, alguien piense inmediatamente en un analgésico como solución hasta poder visitar un especialista.
Los dolores musculares se presentan mayormente en personas jóvenes que realizan actividades ya sea deportivas o laborales repetitivas, dando origen a contracturas musculares.
Existen varios factores que originan estos dolores, los más importantes a mencionar son el sedentarismo, cuando la persona pasa varias horas en la misma posición. Esto ocurre especialmente en el trabajo de oficina como se le llama. También pueden experimentar molestias aquellas personas que realizan actividad física intensa sin la preparación necesaria y el correcto asesoramiento, exigiendo a su cuerpo de manera excesiva.
En muchos de estos casos, las personas utilizan analgésicos para aliviar la molestia y “desactivar” el dolor, pero esto suele ser sólo de modo temporal y sin resolver el origen del mismo.
Asimismo, además de los efectos colaterales de la ingesta permanente de antiinflamatorios, no es recomendable ocultar el dolor y no indagar sobre qué le dio origen.
En casos de tumores óseos ha ocurrido que comienzan como una molestia, que tratan con analgésicos y sólo al advertir ya la formación de algo extraño en el cuerpo el paciente concurre a ver al especialista.
Es así que sugerimos siempre visitar al especialista, ante la presencia de dolor muscular intenso, a fin de obtener un diagnóstico correcto y definir el tratamiento que sea más adecuado: a través de la aplicación de frío, sesiones de fisioterapia o la utilización de antiinflamatorios pero con la indicación y supervisión médica correcta.