En la cadera hay dos bolsas mayores en la cadera que típicamente sufren irritación e inflamación. Una bolsa cubre la protuberancia ósea del hueso de la cadera, llamada trocánter mayor. La inflamación de esta bolsa se llama bursitis trocantérea. Otra bolsa, la bolsa del psoas-ilíaco, está ubicada en la parte interna (lado de la ingle) de la cadera. Cuando esta bolsa se inflama, la condición también es llamada bursitis de cadera, pero el dolor está ubicado en el área de la ingle. Esta condición no es tan común como la bursitis trocantérea, pero se trata de manera similar.
Los síntomas principales de la bursitis trocantérea es dolor en el punto de la cadera que generalmente se extiende al exterior del área del muslo. Puede afectar a cualquier persona, pero es más común en mujeres y personas de mediana edad y ancianos.
Para diagnosticar la bursitis de cadera, el médico realizará un examen físico completo, buscando dolor a la palpación en el área del punto de la cadera. Se podrían también estudios con imágenes, como rayos X, tomografías de hueso y resonancia magnética para descartar otras lesiones o condiciones posibles.
El tratamiento inicial para la bursitis de cadera no involucra cirugía. Muchas personas con bursitis de cadera pueden experimentar alivio con cambios de vida simples, que incluyen:
- Modificación de la actividad.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroides como ibuprofeno o naproxeno para aliviar los síntomas.
- Uso de un bastón para caminar o de muletas durante una semana o más tiempo cuando se necesite.
- Terapia física para aumentar la fortaleza y la flexibilidad de la cadera.
- Inyección de esteroides para aliviar los síntomas.
Si la bolsa permanece inflamada y dolorosa después de intentar todos los tratamientos no quirúrgicos, podría sugerirse la remoción quirúrgica de la bolsa. Actualmente puede hacerse mediante artroscopia mediante una pequeña incisión en la cadera. Esta cirugía es menos invasiva, y la recuperación es más rápida y menos dolorosa.
Después de la cirugía, puede esperarse un período de rehabilitación corto. La experiencia de la mayoría de los pacientes es que el uso de un bastón o de muletas durante un par de días ayuda. Es razonable estar de pie y caminando en el entorno la noche después de la cirugía. El dolor y las molestias de la cirugía generalmente ceden después de unos pocos días.