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Condromalacia rotuliana: ¿cómo reconocerla?

La condromalacia rotuliana o síndrome de dolor femoropatelar, es una lesión degenerativa que afecta al cartílago de la superficie articular de la rótula.

La incidencia de esta lesión en adolescentes y adultos jóvenes responde a estímulos de sobrecarga y presión excesiva en la rodilla, mientras que en personas más mayores son las enfermedades degenerativas como la artrosis, las responsables del desgaste del cartílago articular. En ambos casos en mayor en mujeres que en hombres.

Síntomas principales

  • Dolor en la cara anterior de la rodilla, típicamente relacionado con la actividad física y que empeora al subir y bajar escaleras o al correr por superficies duras. Este dolor también aumenta tras una prolongada flexión de rodilla (al conducir, en el cine, estar agachado…). En estos casos el dolor se acompaña de sensación de rigidez y dificultad para extender la rodilla.
  • Durante los movimientos de flexo – extensión de la rodilla, frecuentemente se producen roces y chasquidos de la rótula sobre el fémur.
  • Se puede apreciar también debilidad del cuádriceps, especialmente del vasto interno.
  • Acortamiento de la cadena muscular posterior, lo que contribuirá a una anormal biomecánica fémoro-rotuliana, en los isquiotibiales, tríceps sural.

Diagnóstico de la condromalacia rotuliana

Una cuidadosa historia clínica, y la presencia de los síntomas anteriormente expuestos pueden conducir a la sospecha de condropatía, pero la confirmación sólo puede darse mediante la resonancia magnética, ya que demuestra si la capa de cartílago es más delgada o si está completamente erosionada exponiendo el hueso.

La ecografía no se utiliza en la rodilla, ya que no muestra ninguna lesión en profundidad y los rayos X pueden mostrar un adelgazamiento de la articulación, pero no se puede ver la consistencia de cartílago.

¿Por qué se produce?

La erosión y reblandecimiento del cartílago o condromalacia en la rótula suele darse por la edad pero paradójicamente muchas personas mayores tienen desgaste en esta articulación de la rodilla y sin embargo se producen pocos síntomas. Mientras que cuando se produce en una persona joven los síntomas son mucho más intensos. Cuando nos encontramos este problema en la persona joven podemos aludir a varios factores:

  • Factores genéticos por alteración de la estructura de la rodilla.
  • Factores ortopédicos hereditarios que favorecen que la rótula esté desplazada hacia lado externo de la rodilla (ángulo Q aumentado)
  • Presencia de repliegues de tejido fibroso en la cápsula articular y el alerón rotuliano externo que desplazan externamente la rótula durante el movimiento de la rodilla.
  • Factores adquiridos: Se tratan de descompensaciones musculares que provocan un movimiento descentrado de la rótula respecto del fémur, favoreciendo el roce del cartílago rotuliano. Esta descompensación muscular puede estar provocada tanto por un exceso de ejercicio como por un exceso de sedentarismo y otros factores que no se tienen en cuenta habitualmente y son los que realmente provocan este problema cuando es adquirido. Se trata de diferentes disfunciones o alteraciones viscerales que provocan un aumento de la tensión de una cadena muscular en la que se incluye el vasto externo que acaba por producir un debilitamiento en el músculo contrario, antagonista, el vasto interno del cuadriceps.

Tratamiento no quirúrgico

Una vez que el médico descarta que el problema no es genético y por tanto no es conveniente el tratamiento quirúrgico, se trabajará sobre las descompensaciones musculares a base de estiramientos, vendajes, potenciación del vasto interno del cuadriceps, pero en muchísimas ocasiones será conveniente tratar la disfunción orgánica que provoca esa descompensación muscular.

Tratamiento quirúrgico de la condromalacia rotuliana

Si el problema es ortopédico-genético la cirugía es la única terapia efectiva en estos casos, bien incidiendo sobre la tibia para variar la inserción del tendón rotuliano sobre la misma, o cortando el alerón rotuliano externo o cualquier otra fijación de tejido conjuntivo que arrastre la rótula y la descompense hacia el lado externo.

En nuestro Centro consideramos que es importante hacer un examen global, valorando al paciente en toda su estructura, conociendo sus hábitos posturales, laborales, deportivos y alimenticios para conocer la causa exacta de la lesión y corregirla.

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