El reumatólogo es el especialista encargado de diagnosticar la artrosis y otras enfermedades articulares. Generalmente se empieza por realizar un enfoque multidisciplinar que incluye modificar hábitos alimentarios guiados por un nutricionista. Y es que la obesidad constituye un factor de riesgo importante para el desarrollo de artrosis de cadera y rodillas. Es un factor que interviene no solo en la aparición de la enfermedad sino también en la progresión de la misma y en la respuesta al tratamiento médico.
Los estilos de vida actualmente se ven afectados por el excesivo consumo de bebidas azucaradas y la preferencia por la comida rápida, además se observa un consumo en exceso de grasas saturadas, carbohidratos y alimentos con alto contenido de sodio y azúcar. Adicionalmente los malos hábitos alimentarios generalmente van acompañados de poca actividad física, lo cual desencadena el acumulo de tejido adiposo en sobrepeso y obesidad.
Sin duda la actividad física y el ejercicio realizado en forma moderada, con una alimentación saludable, actúa de forma positiva sobre la salud y el estado de bienestar general de las personas. Es necesario incorporar a la dieta mayor variedad de frutas y vegetales, alternándolos cada semana e incluyéndolos en sus platos principales en su versión fresca y natural. Y no hay que abusar del consumo de sopa y jugos para evitar una carga de calorías extras innecesarias, aun teniendo un peso normal deben limitarse. Es clave planificar las compras desde antes de salir de casa para que cuando uno llegue al supermercado, adquiera alimentos nutritivos y su compra no se base en calorías negativas.
Si al momento de caminar, subir y bajar escaleras o simplemente levantarse de la silla, ya experimentas dolor en las rodillas, por ejemplo; es momento de buscar ayuda profesional. Y si has ganado kilos y estás con sobrepeso, pero aún no sentís molestias en tus articulaciones, estás a tiempo de prevenir un desgaste mayor.